Carlos Guzmán es uno de los artistas más representativos de las artes plásticas contemporáneas cubanas. Su lenguaje es sumamente personal, y denota un talento indiscutible. Sobresale en él la imaginación sin límites que parece proceder del mundo de los sueños.
Su obra se caracteriza por figuras que hibridan lo real y lo fantástico. La relación entre el hombre y la máquina, la comunicación que en el mundo actual se requiere del uno hacia el otro, y el respeto y cuidado a la naturaleza, a lo íntimo como parte del yo, son las principales preocupaciones de este artista. Ello lo lleva a la vida con un toque misticista, que recuerda a las imágenes medievales.
Piezas rotas, componentes de una gran maquinaria, desechos a los que le queda belleza, son llevadas al lienzo a la manera en que lo harían Ángel Acosta León, Antonia Eiriz y Fidelio Ponce. El apego por el collage, los empastes vivos y dinámicos, y el cromatismo vital, incluso en sus transparencias y ocres, ponen de manifiesto la capacidad del autor para aprovechar los recursos gráficos de la ilustración científica y complementarlos con imágenes suyas. Peces, hombres, flores, seres mitológicos, insectos, pájaros objetos antiguos sacados de libros, y magos, brotan como imágenes aparentemente independientes y se articulan una con otra hasta el infinito.
Este autor no se ha limitado solamente a la pintura. Es profesor de Ilustración del Instituto Superior de Diseño, de la Universidad de la Habana. Ha realizado performance, y actualmente le interesa la obra tridimensional. En este sentido exhibe esculturas e instalaciones, junto a sus cuadros. También, escribió e ilustró un libro para niños titulado La vaca pinta. Entre sus obras y series se pueden citar Nemo y la ballena rosa (2001), Zona de silencio (2003), y Sobre nuestras cabezas bandadas de peces migratorios.
Ha participado en numerosas exposiciones colectivas desde el año 1988. Ha vendido su obra en eventos como Subasta Habana, Salones de la Ciudad y Salones de Arte Cubano, entre otros. Sus piezas han sido exhibidas en países como Brasil, México, Guadalupe, Venezuela, España, Estados Unidos, Costa Rica, Puerto Rico, Eslovaquia, Panamá, Francia y Holanda. En ellos, importantes instituciones como la Biblioteca Pública de Alcalá de Henares en Madrid; el Centro Cultural de México, en la Embajada de México de República de Panamá; y la Universidad de Costa Rica; entre otras, cedieron sus paredes para apreciar el trabajo de este artista. Colecciones en Brasil, Estados Unidos, México, Francia, Holanda, España, Venezuela, Italia, Panamá, Inglaterra, Costa Rica y Austria, aguardan sus piezas pictóricas, escultóricas e instalativas. Carlos Guzmán es miembro de la Federación Internacional de Artistas Plásticos. (ACEA).